Reflejos primitivos

Reflejos primitivos

¿Qué es la Terapia del Movimiento Rítmico?

La terapia de movimiento rítmico consiste en unos ejercicios basados en los movimientos que hacen los bebés desde que nacen

Terapia de movimientos rítmicos y reflejos primitivos en SantanderKerstin Linde, es una terapeuta corporal autodidacta, fotógrafa de profesión, que observó los movimientos que hacían los bebés y según ello desarrollo una serie de ejercicios rítmicos, con el fin de conseguir el desarrollo neurológico y motor y la estimulación que los bebés consiguen a través de dichos movimientos.

El Dr. Harald Blomberg al tener conocimiento de que tenía éxito con niños y adultos con discapacidades neurológicas severas decidió conocerla y tratarse.

Sus resultados fueron muy buenos así que permaneció junto a ella en la consulta observando y aprendiendo su metodología de trabajo. Fruto de este trabajo, el Dr. Harald Blomberg escribió el libro 'Helande Liv. Cuoiditas discendi, AB 1998', que actualmente sólo se puede leer en sueco.

Tales movimientos se hacen en un cierto orden, de acuerdo a un programa innato. Así el bebé levantará su cabeza, el pecho, reptará, gateará... Es importante que el bebé pase por todas las fases del desarrollo, pues si no habrá una inmadurez neurológica, habrá una parte del cerebro que no se habrá desarrollado adecuadamente o que no habrá recibido la suficiente estimulación.

La TMR se basa en unos ejercicios rítmicos y suaves que se hacen tanto de forma activa como pasiva y que consiguen mejorar el tono muscular o relajar las tensiones y espasticidades. Los movimientos rítmicos del bebe hacen que las diferentes partes del cerebro se conecten consiguiendo así una madurez cerebral.

Síntomas que puedes dar los reflejos si no están integrados

  • Dislexia y dificultades de aprendizaje, palabras entrecortadas, lenguaje pobre y tardío.
  • Malas posturas, entre ellas a la hora de escribir.
  • Poco equilibrio, pobre coordinación, problemas de lateralidad y movimientos cruzados.
  • Enuresis y problemas para controlar esfínteres.
  • Problemas de atención y concentración, hiperactividad, fácil distracción, impulsividad...
  • Problemas de comportamiento, muy introvertido y tímido o agresivo.
  • Hipersensibilidad a la luz, al tacto, a los estímulos visuales o kinestésicos.